RCR, 22 de octubre de 2025.- El exministro del Interior, Gastón Rodríguez, criticó duramente la reciente declaración de estado de emergencia en Lima y Callao, señalando que esta medida carece de una planificación adecuada, recursos definidos y responsables claros. Aunque reconoció que la creación de cuatro comités de coordinación es un paso positivo, advirtió que sin una operatividad efectiva, liderazgo sólido y financiamiento suficiente, la iniciativa podría convertirse en un acto simbólico sin resultados concretos frente a los crecientes índices de criminalidad en la capital.
Rodríguez destacó que la ciudadanía exige acciones contundentes por parte del gobierno. Sin embargo, advirtió que las medidas adoptadas hasta ahora parecen repetir patrones anteriores, con estados de emergencia prolongados que no han logrado reducir significativamente los delitos. La formación de estos cuatro comités, encargados de coordinar esfuerzos en áreas como inteligencia, fiscalización, comunicación y coordinación interinstitucional, es una buena intención, pero su efectividad dependerá de su funcionamiento real.
El exministro señaló que, aunque centralizar funciones y fortalecer la inteligencia son pasos necesarios, existe una gran preocupación sobre la implementación práctica de estos comités. «Una cosa es coordinar y otra asumir responsabilidades; ¿quién tomará las decisiones y rendirá cuentas?», cuestionó. Además, vinculó la rápida puesta en marcha del plan con posibles intereses políticos, como la presentación del nuevo gabinete ministerial, lo que podría afectar la seriedad de la estrategia.
Uno de los aspectos más críticos, afirmó, es el financiamiento. Aunque el decreto establece que las acciones se cubrirán con los presupuestos existentes en cada sector, ya se han visto fracasos en proyectos similares. Rodríguez recordó que en el pasado, el despliegue de militares con recursos limitados no logró mantener presencia en las calles por mucho tiempo.
Por otro lado, el exministro sugirió que una estrategia más efectiva sería focalizar los esfuerzos en distritos con alta incidencia delictiva, en lugar de una movilización masiva en toda Lima y Callao. Señaló que existen al menos 65 entradas a estos distritos donde las fuerzas armadas podrían establecer puestos de control para impedir la entrada y salida de delincuentes, logrando así un despliegue más eficiente y controlado.
Finalmente, Rodríguez advirtió que sin la colaboración de fiscales y jueces dispuestos a aplicar las leyes con firmeza, las operaciones podrían fracasar, y el uso de las Fuerzas Armadas y la seguridad ciudadana sin reglas claras podría derivar en excesos o vacíos de responsabilidad. En su opinión, sin un liderazgo definido, recursos adecuados y funciones claras, la medida corre el riesgo de ser solo un gesto sin impacto duradero en la seguridad del país.


