El análisis político de Edgar Mancha Pineda señala que la situación actual de la clase política en Perú atraviesa uno de sus momentos más complicados tras la abrupta destitución de la presidenta Dina Boluarte en el Congreso. Según el experto, la salida de Boluarte fue una decisión que buscaba reemplazar a una figura considerada un «fusible», ya que en realidad su posición se volvió insostenible ante la falta de apoyo y las protestas que sacuden el país.
Mancha Pineda explica que la destitución ocurrió porque, en virtud de la Constitución peruana, Boluarte no podía disolver el Congreso un año antes del final de su mandato, lo que limitó sus opciones ante las crecientes demandas sociales y políticas. En su reemplazo, asumió la presidencia José Jerí, quien, según el analista, no logra responder a las expectativas de la ciudadanía y enfrenta serias dudas por su historial, incluyendo investigaciones por presuntas violaciones a derechos humanos.
El experto también señala que Jerí está siendo manejado por las mayorías del Parlamento, que mantienen control sobre el proceso político en un contexto de alta tensión social. Entre sus prioridades, el nuevo mandatario debe garantizar elecciones libres y transparentes, donde cerca de 40 candidatos puedan presentar sus propuestas, permitiendo así una participación democrática genuina.
Además, Mancha Pineda enfatiza la importancia de que Jerí aborde los principales desafíos del país, como la inseguridad, la violencia, la reactivación económica y el empleo. En su opinión, un período de casi nueve meses es suficiente para implementar cambios significativos, por lo que no puede justificarse en la inacción bajo el pretexto de ser un gobierno de transición. En particular, destaca que en regiones como Puno y Juliaca, la lucha contra la delincuencia requiere fortalecer las capacidades policiales mediante inteligencia, mejores recursos y mayor compromiso de las fuerzas del orden.
Este escenario político complejo demanda acciones inmediatas y efectivas para restablecer la estabilidad y la confianza en las instituciones peruanas.
